El camino del ecologismo

Menorca, como buena isla mediterránea, tiene una larga tradición en la elaboración de aceite de oliva. Los olivos, especie que se puede encontrar fácilmente en todo el arco del mar Mediterráneo, no es una excepción en Menorca. Aunque la producción de aceite es escasa hoy en día. Sin embargo, varias fincas, entre las que se encuentran Sant Joan de Binissaida, han optado por la recuperación de plantaciones con variedades como la arbequina y prácticas ecológicas para elaborar un aceite de gran calidad

En Sant Joan de Binissaida hemos extendido estas prácticas a muchos de los aspectos que forman parte de nuestra finca, como la generación de electricidad con energías renovables o la utilización de un filtro verde para tratar las aguas residuales. En cuanto a la plantación de olivos, la aplicación de la permacultura es una ayuda para regenerar no solo la plantación, sino todo el ecosistema biológico asociado a esta. Además, hemos optado por un sistema de riego soterrado y de goteo, que nos permite ahorrar hasta un 88% de energía respecto al método anterior, que era por aspersión.

Cómo recogemos la oliva

Así, en las 12 hectáreas de terreno de Sant Joan de Binissaida tenemos sembrados unos 1.500 olivos. El proceso de recogida de la oliva se realiza, actualmente, de forma manual. Se varean las ramas más finas del árbol, delicadamente, para que la oliva caiga a una malla puesta en el suelo que, una vez llena, se vacía en un depósito. A parte, con el vareo manual, se evita daño al árbol.

Una vez recogida la oliva, se pasa por una deshojadora para quitar las hojas del árbol que hayan podido quedar enganchadas. De esta forma, se pasa la oliva mucho más limpia a la almazara. Entrando en la almazara, la oliva se vuelve a limpiar y deshojar, ya dentro del circuito del molino, mezclándola con un poco de agua. Este último paso de limpieza termina con el secado de la oliva, que pasa directamente a la trituradora y la prensa. En este punto del proceso, el producto es ya una pasta uniforme que pasa por dos batidoras, donde se añade una proporción de agua y se bate la mezcla durante unos 10-12 minutos. El siguiente paso es centrifugar la mezcla, en la que se separan los componentes, decantando el aceite y la pasta restante. En cuanto al aceite, se deposita en una cuba a través de un filtro, para terminar de quitar las posibles impurezas. Una vez producido el aceite, se suele dejar reposar unos días antes de envasarlo, de forma que se limpian los posos.

Y así llegamos a la lata que, los que habéis estado en Sant Joan de Binissaida, ya conocéis. Un aceite sabroso y suave, transparente y de un color dulce, que es uno de nuestros bienes más preciados.